ELECCIONES 2019: PARECIDO NO ES LO MISMO
PARECIDO NO ES LO MISMO
Nuestro país vivirá, a lo largo de los próximos meses de 2019, tres importantes elecciones. Tres oportunidades en las cuales la ciudadanía podrá expresarse respecto a las diferentes propuestas y candidaturas que se le proponen. Se trata de un extraordinario privilegio cívico que solo nos proporciona la democracia. Vamos a poder decidir cuales serán los proyectos de país que queremos y a quienes consideramos mejores y mas dignos de confianza para llevarlos a la práctica, para bien de todos.
Se dirá que así debe ser y que es natural que así sea. Pero bien sabemos que no siempre fue así.
Valoremos pues este momento. Tratemos de analizar en profundidad las diferentes opciones, y ejerzamos con responsabilidad nuestro derecho al voto, pues de ello depende, literalmente, nuestro futuro como república. Nuestra calidad de vida y el bienestar de nuestras familias. Nada menos.
Este largo periodo de elecciones es parecido a otros que ya hemos vivido. Pero tiene importantes novedades y significativas particularidades que lo hacen, a la vez, singular y diferente.
En primer lugar, estas elecciones tienen lugar tras tres periodos de gobierno del Frente Amplio, que nunca antes había gobernado y que ha hecho sobrados deméritos, por todos conocidos, para no gobernar nunca mas.
Dominado por los sectores mas radicales del marxismo y el tupamarismo, habiendo dilapidado una década de bonanza económica como nunca antes conoció nuestro país, con un enorme déficit fiscal, abultada deuda externa - se ha dicho que cada uruguayo debe 22 mil dolares - ,sumido en ineficiencias, improvisaciones, irregularidades y salpicado por actos de corrupción, el FA, definitivamente, no es una opción válida para gobernar el Uruguay.
Es oportunidad y , a la vez , extrema necesidad el que blancos y colorados se unan y encabecen la recuperación del gobierno de la república. No como un mero ejercicio electoral para la obtención de cargos, sino como una auténtica cruzada nacional, en procura de recuperar el Uruguay que fue nuestro orgullo, para proyectarlo hacia un futuro digno y venturoso.
Sabemos que construir la unidad de los partidos no es tarea fácil. Pero nos va la vida en ello. Esa es la responsabilidad inmediata y prioritaria de los dirigentes partidarios del Partido Colorado y del Partido Nacional.
Pero claro, primero están las elecciones internas del próximo 30 de junio.
Nuestro país vivirá, a lo largo de los próximos meses de 2019, tres importantes elecciones. Tres oportunidades en las cuales la ciudadanía podrá expresarse respecto a las diferentes propuestas y candidaturas que se le proponen. Se trata de un extraordinario privilegio cívico que solo nos proporciona la democracia. Vamos a poder decidir cuales serán los proyectos de país que queremos y a quienes consideramos mejores y mas dignos de confianza para llevarlos a la práctica, para bien de todos.
Se dirá que así debe ser y que es natural que así sea. Pero bien sabemos que no siempre fue así.
Valoremos pues este momento. Tratemos de analizar en profundidad las diferentes opciones, y ejerzamos con responsabilidad nuestro derecho al voto, pues de ello depende, literalmente, nuestro futuro como república. Nuestra calidad de vida y el bienestar de nuestras familias. Nada menos.
Este largo periodo de elecciones es parecido a otros que ya hemos vivido. Pero tiene importantes novedades y significativas particularidades que lo hacen, a la vez, singular y diferente.
En primer lugar, estas elecciones tienen lugar tras tres periodos de gobierno del Frente Amplio, que nunca antes había gobernado y que ha hecho sobrados deméritos, por todos conocidos, para no gobernar nunca mas.
Dominado por los sectores mas radicales del marxismo y el tupamarismo, habiendo dilapidado una década de bonanza económica como nunca antes conoció nuestro país, con un enorme déficit fiscal, abultada deuda externa - se ha dicho que cada uruguayo debe 22 mil dolares - ,sumido en ineficiencias, improvisaciones, irregularidades y salpicado por actos de corrupción, el FA, definitivamente, no es una opción válida para gobernar el Uruguay.
Es oportunidad y , a la vez , extrema necesidad el que blancos y colorados se unan y encabecen la recuperación del gobierno de la república. No como un mero ejercicio electoral para la obtención de cargos, sino como una auténtica cruzada nacional, en procura de recuperar el Uruguay que fue nuestro orgullo, para proyectarlo hacia un futuro digno y venturoso.
Sabemos que construir la unidad de los partidos no es tarea fácil. Pero nos va la vida en ello. Esa es la responsabilidad inmediata y prioritaria de los dirigentes partidarios del Partido Colorado y del Partido Nacional.
Pero claro, primero están las elecciones internas del próximo 30 de junio.
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