ELECCIONES INTERNAS (2) LA UNIDAD EN RIESGO
ELECCIONES INTERNAS (2) -
LA UNIDAD EN RIESGO
Las elecciones internas son el primer paso en el camino de la elección de un nuevo gobierno. Sin embargo mas de la mitad de la ciudadanía no lo percibe como una instancia relevante y significativa del proceso democrático. Así lo demuestran los indices de participación en las internas de 1999 (53%), 2004 (45,9%), 2009 (44,2%) y , marcadamente en las últimas de 2014, en las cuales solo concurrió a votar el 37% de los habilitados para hacerlo.
Las causas de ese fenómeno electoral pueden ser varias, pero no nos detendremos en los porque, sino en los a quien votar. Porque no se trata solo de votar al que creemos que seria mejor gobernante, o a quien se identifica mejor con nuestras creencias o representa mejor nuestras convicciones o tradiciones partidarias, aunque todo ello es, sin duda, muy importante. A la hora de elegir candidatos de los partidos tradicionales, históricos, fundacionales, blancos y colorados, es crucial que también nos preguntemos cual de todos ellos tiene mas posibilidades de derrotar al Frente Amplio en las elecciones nacionales de octubre y en el balotaje de noviembre.
No se trata solamente de las internas de los partidos políticos. Pueden ser, y por lo general son, el primer escalón hacia el gobierno de la república.
Tal vez ello no sea tan notorio en el partido Colorado, debido a la marcada debilidad desde la que parte la organización política fundada por el general Rivera, primer presidente de la república, y que recibió la impronta indeleble de la personalidad y el pensamiento de don José Batlle y Ordoñez.
Ese panorama parece, prima facie, restarle posibilidades al batllismo de competir, en esta oportunidad, por la presidencia de la república. Pero mantiene intacta su significativa disponibilidad y experiencia para ser parte de un gran gobierno de unidad nacional, como el que los uruguayos necesitamos para recuperar en plenitud nuestra tradición de convivencia republicana.
Aunque debilitado por el lamentado alejamiento del abogado y senador Pedro Bordaberry, -de brillante labor legislativa-, de la actividad partidaria, su vigencia se ve enérgicamente revitalizada gracias al impulso renovador del economista ErnestoTalvi,- graduado en la Universidad de Chicago, docente en la de Columbia y director por 20 años de CERES-; así como por el lanzamiento de la candidatura -una más- del doctor Julio María Sanguinetti, experimentado ex legislador y ministro y dos veces presidente de la república. Y a todo ello hay que sumarle la pre candidatura del senador José Amorin Batlle, secundado por el ex intendente de Salto, Germán Coutinho, antes Vamos Uruguay, a quienes las encuestas se empeñan en negar toda posibilidad.
LA UNIDAD EN RIESGO
Las elecciones internas son el primer paso en el camino de la elección de un nuevo gobierno. Sin embargo mas de la mitad de la ciudadanía no lo percibe como una instancia relevante y significativa del proceso democrático. Así lo demuestran los indices de participación en las internas de 1999 (53%), 2004 (45,9%), 2009 (44,2%) y , marcadamente en las últimas de 2014, en las cuales solo concurrió a votar el 37% de los habilitados para hacerlo.
Las causas de ese fenómeno electoral pueden ser varias, pero no nos detendremos en los porque, sino en los a quien votar. Porque no se trata solo de votar al que creemos que seria mejor gobernante, o a quien se identifica mejor con nuestras creencias o representa mejor nuestras convicciones o tradiciones partidarias, aunque todo ello es, sin duda, muy importante. A la hora de elegir candidatos de los partidos tradicionales, históricos, fundacionales, blancos y colorados, es crucial que también nos preguntemos cual de todos ellos tiene mas posibilidades de derrotar al Frente Amplio en las elecciones nacionales de octubre y en el balotaje de noviembre.
No se trata solamente de las internas de los partidos políticos. Pueden ser, y por lo general son, el primer escalón hacia el gobierno de la república.
Tal vez ello no sea tan notorio en el partido Colorado, debido a la marcada debilidad desde la que parte la organización política fundada por el general Rivera, primer presidente de la república, y que recibió la impronta indeleble de la personalidad y el pensamiento de don José Batlle y Ordoñez.
Ese panorama parece, prima facie, restarle posibilidades al batllismo de competir, en esta oportunidad, por la presidencia de la república. Pero mantiene intacta su significativa disponibilidad y experiencia para ser parte de un gran gobierno de unidad nacional, como el que los uruguayos necesitamos para recuperar en plenitud nuestra tradición de convivencia republicana.
Aunque debilitado por el lamentado alejamiento del abogado y senador Pedro Bordaberry, -de brillante labor legislativa-, de la actividad partidaria, su vigencia se ve enérgicamente revitalizada gracias al impulso renovador del economista ErnestoTalvi,- graduado en la Universidad de Chicago, docente en la de Columbia y director por 20 años de CERES-; así como por el lanzamiento de la candidatura -una más- del doctor Julio María Sanguinetti, experimentado ex legislador y ministro y dos veces presidente de la república. Y a todo ello hay que sumarle la pre candidatura del senador José Amorin Batlle, secundado por el ex intendente de Salto, Germán Coutinho, antes Vamos Uruguay, a quienes las encuestas se empeñan en negar toda posibilidad.
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