Los comunicadores: Alexandra Morgan

ENTREVISTA
POR MARGARITA HEGUY

Los comunicadores: Alexandra Morgan
Vocación, energía y convicción

“LOS MEDIOS DEBERÍAN TENER COMPROMISOS SOCIALES”.

Frases
*Cuanto mayor distancia del poder, mayor independencia.
*Es necesario tener gran respeto por la audiencia.
*La calidad de un medio requiere buenos periodistas, buenas ideas y recursos.

INTRODUCCION
Entrevistarla, en su oficina del primer piso de Canal 12, durante más de dos horas, me permitió ser testigo de su capacidad para manejar tantos y tan diferentes temas a la vez. El teléfono que no deja de sonar, la computadora a la que recurre constantemente, una foto familiar que muestra con orgullo, hablan mucho de nuestra entrevistada. Una mujer ejecutiva que reivindica su condición de tal, dotada de una energía que ha desplegado a lo largo de una rica trayectoria de más de un cuarto de siglo. En un diálogo fluido y sincero compartió con nosotros sus conocimientos sobre el periodismo y la comunicación, actividad y vocación que comparte con su marido, Emiliano Cotelo.

Mi experiencia en televisión me dejó como enseñanza que lo que sale al aire es siempre el fruto del trabajo de un gran equipo. Lo que se ve es algo así como la punta de un iceberg. Por debajo de la superficie, fuera del alcance de la vista de la audiencia, hay mucha gente valiosa, mucho esfuerzo, capacidad y talento. En esa parte del iceberg está la gente de producción. Y Alexandra Morgan (48), además de Licenciada en Comunicación y Profesora de Periodismo Televisivo en la Universidad Católica, es, precisamente, Gerente de Producción de Teledoce Televisora Color.




¿Cómo se inicia en el mundo de las comunicaciones sociales?
Me vinculo a la carrera Ciencias de la Comunicación en el entonces Instituto de Filosofía, Ciencias y Letras, luego Universidad Católica. Más tarde ingresé a La Mañana como pasante, con 24 años, como resultado de la solicitud que el entonces director del diario, doctor Eduardo Héguy Terra, le formulara al secretario del Instituto, hoy embajador Juan José de Arteaga. El profesor Arteaga insistió en que uno de las pasantes fuera mujer y me eligió a mi. Ese fue el comienzo de nueve años en el matutino.

Usted fue una de las primeras graduadas en la carrera. ¿Qué recuerdos tiene de esa época?
Cuando me gradué ya estaba trabajando en La Mañana. Ese día el director del diario me mandó a Canal 5 para hacerle una nota a la doctora María Eloísa Galarregui. Mi entrevistada me ofreció trabajar en el canal, así que estrené mi título de Licenciada trabajando en canal 5. Fue una época muy linda. De mucho trabajo. En esa época trabajar en La Mañana era un lujo pocas veces imaginable. Mi compañero de computadora era Mario Delgado Aparain; otros compañeros eran Hugo Burel, Ivan Kmaid, José Carlos Alvarez Olloniego, Julio Novoa. Algunas veces llegué a pensar que yo debería haber pagado esas horas de redacción. Siempre les estaré agradecida. Tengo el mejor recuerdo.

¿Para una mujer resultó muy difícil incorporarse al periodismo, una actividad que antes se caracterizaba por un neto predominio masculino?
Cuando entré a La Mañana, en ese horario, yo era la única mujer. Más adelante se incorporó a diagramación Plácida Algorta, una gran amiga. Pero, como yo vengo de una familia donde hombres y mujeres paran rodeo, cortan leña, vacunan, se trepan a los molinos, no me molestó nada. En ningún momento de mi carrera me pesó mi condición de mujer.

¿Cómo profesora universitaria encuentra que hay un contraste muy grande entre la teoría y la práctica?
La carrera universitaria en comunicación ya tiene 25 años. Cada vez los egresados son más aceptados y las pasantías son cada vez más efectivas. La parte teórica es más dogmática. La parte práctica desde luego que es muy importante. Caminar en el medio de ambas, con equilibrio, es lo que hace a un buen profesional. Por supuesto que a la práctica profesional hay que sumarle los talentos y las virtudes de cada uno. Lo que da la universidad son herramientas para superarse y para el ejercicio de la profesión. Soy totalmente partidaria de la capacitación.

¿Los medios se dedican a capacitar a su personal o los toman de otros medios ya formados?
Creo que la respuesta a eso es muy variable. Canal 12 lo hace permanentemente. Hemos traído personas idóneas en diferentes temas para capacitar al personal. Y ello abarca desde el personal de herrería, hasta los que hacen guiones, a gente de informativos, a evaluar nuevos formatos; e incluso hemos hecho intracursos, con gente muy capacitada que hay en el canal, como los que daba Eduardo Ruiz a los nuevos camarógrafos.

¿Qué consejo le daría a un joven que se inicia en la profesión?
Cuando me piden consejo siempre intento asegurarme de si en rigor quieren ser periodistas o en realidad lo que quieren es salir en televisión y ser famosos. Porque si es esto último, no tienen ninguna necesidad de estudiar la carrera. Trato de asegurarme que no se trata de una novelería. También les aconsejo que lean y que lean mucho.

Se suele decir que la televisión es sobre todo entretenimiento y que, por consecuencia, informa mal. ¿Usted comparte este punto de vista?
Que la televisión es entretenimiento lo escuché durante años como algo despectivo. Que la televisión es entretenimiento es una virtud de la televisión y más vale que cumplamos con ese cometido.

¿No peca de ser un poco superficial en el tratamiento de los temas?
Que sea un poco superficial tampoco está mal. Se trata de entretener a un público heterogéneo, absolutamente masivo, como lo es el de la televisión, que quiere entretenerse, descansar. ¿Por qué no todo el día programas intelectuales, National Geographic de la mañana a la noche? Porque es aburrido. Porque tampoco leemos a Ibsen mañana, tarde y noche. Y no es tanto que la televisión informe mal, sino que capta la atención por poco tiempo. ¿Por qué no hacemos largos informes sobre el dengue? Porque hay otros medios aptos para eso, como la prensa. . Claro que tiene que haber también espacio para programas culturales o de investigación. Pero no es cierto que tengamos que estar todo el día informándonos y capacitándonos. No es así. Lo que sí se debe cuidar es la calidad de esos programas de entretenimiento. Después de una jornada de trabajo, programas como Show Match o Bailando por un sueño son lo máximo para descansar. Y nadie me podrá acusar de tilinga o superficial por eso.

¿La prensa es el medio que informa mejor?
La prensa debería ser el medio de comunicación que informa mejor, más a cabalidad. La inmediatez, se encuentra en la radio, así como el recordatorio; y la televisión, con pocas imágenes, me cuenta toda la historia. Los medios son complementarios; y ahora se suma Internet, que toma de cada uno de esos algo. Pero cuando ocurre un hecho importante,- una tormenta, el dengue, etc.- todos quieren que lo cuente el informativo televisivo de la tarde. Y nos alcanza con pocas imágenes.

¿Los medios de comunicación social deben estar al servicio de determinados valores?
Sí. Hay dos formas de hacerlo. Una como El País de Madrid, expresar claramente cuáles son sus compromisos con la sociedad. O tener esos valores, no denunciarlos, pero que la pantalla los revele. Son los dueños los que deben establecerlo, no los periodistas, los empleados. Lo que debe ocurrir es que si el medio tiene esos valores, se le deben comunicar al personal, para que sepa a qué atenerse. No es lo mismo libertad de prensa que libertad de empresa.

¿Puede hablarse de una responsabilidad social de los medios de comunicación social?
Los medios deberían tener compromisos sociales.

¿Y en cuanto a los contenidos culturales, el cuidado del idioma, y temas de similar índole?
Es un desafío grande. Debería asumirse un compromiso por el cuidado del lenguaje y, al mismo tiempo, evitar que se convierta en algo aburrido.

¿Y en lo que tiene que ver con el respeto de los menores, el horario de protección al menor, en la televisión uruguaya?
Si me sitúo en el papel de madre diría: por favor, cuidemos más la pantalla. No me refiero a ningún canal en particular, sino a todos en general. Cuidemos más la pantalla. Especialmente las promociones que se emiten temprano, deberían ser muy cuidadas, para que los niños estuvieran menos expuestos. Pero a la vez debe comprenderse que, después de las diez de la noche, la programación cambia y los niños deberían estar durmiendo, aunque sabemos que eso no es así. Si me paro dentro del Canal observo por las llamadas, por los comentarios que los niños ven televisión a cualquier hora, que el cable e internet les permiten ver todo tipo de material y que es muy difícil evitar exponerlos a imágenes, hechos y acciones que sin duda no son positivas para su formación y que en nada los enriquece. Igualmente la agresividad de los hechos que día a día ven en la calle no es menos agresiva y sin embargo no promuevo que los niños estén encerrados en un ghetto.


¿Cuáles son las funciones y responsabilidades de un gerente de producción?
El gerente de producción tiene que estar atento a todo lo que sea producción nacional. Lo que llega hecho, o comprado afuera, le es ajeno. Producción es todo lo nacional que se hace a diario. En el caso de canal 12, en la parte de noticias tiene un gerente aparte (Alfonso Lessa). Todos los demás programas nacionales tienen que estar coordinados, supervisados o ayudados por la Gerencia de Producción que tiene un importante equipo de gente trabajando. Se trata de un equipo cien por ciento mixto, rotativo – para que nadie se estanque en un solo programa -, y muy eficiente. Así que se trata de organizar la producción de todos los días, desde dónde se graba, qué programa viene ahora, sugiriendo entrevistas, coordinando las grabaciones, qué escenografías se deberían cambiar, ajustando los equipos, trabajando junto a los profesionales que se envían a notas especiales en el interior; el mejor para cada caso en fin, se trata de un gran coordinador vinculado a todas las áreas del canal, pues de todas necesita ayuda.

¿Es usted partidaria de la autorregulación de la profesión, de establecer un código de ética hecho por los propios periodistas?
Digamos que la autorregulación me hace más feliz. Aunque siempre cuesta mucho llegar a algo concreto, aplicable.

¿Cuánto influye o limita el factor económico en los medios de comunicación?
Muchísimo. En el caso de empresas privadas, su obligación primera es pagar los sueldos y cumplir con los compromisos fiscales. Esto, naturalmente, condiciona las inversiones.
Sin embargo el talento y la creatividad no tienen limitaciones económicas. Lo que hemos desarrollado los países subdesarrollados, debido a la escasez, es una rara habilidad para hacer cosas impensables en países desarrollados, con muy pocos recursos. Esa es la realidad. Tenemos un mercado muy chico, que no va a crecer.

¿Y el rating, de qué manera incide en las decisiones?
El rating es una unidad de medida, que las agencias de publicidad y las empresas miran y manejan con mucho cuidado. Puede pasar que un gran producto, de gran calidad, no tenga buen rating. Las variables que hacen un éxito son desconocidas. Uno puede plantear lo básico, que la temática esté bien hecha, que la producción sea seria, mantener los ritmos, respetar el formato y sin embargo el resultado final no tiene éxito. Y contra eso nada se puede hacer. Mantener un programa que no genera recursos perjudica a todos los demás programas, porque de algún lado tienen que salir los recursos para seguir produciendo. Hoy la medida que tenemos son los ratings.

¿Existen medios oficialistas y medios opositores, como ha señalado el gobierno?
La calificación ha sido hecha desde el gobierno y marca demasiado el vínculo que el gobierno quiere tener con los medios. Sería bueno que los medios fueran más explícitos en ese sentido. No importa que un medio apoye a tal sector político o tal o cual campaña, si lo hace público. Hemos tenido durante años medios de comunicación, diarios, que estaban casados con partidos políticos. Es conveniente mantener distancia de la autoridad y el poder. Cuanto mayor es la distancia, mayor es la independencia.

¿Qué condiciones debe tener un medio de comunicación para ser considerado de buena calidad periodística?
Buenos periodistas, buenas ideas, recursos y mucho trabajo, todo combinado en la justa proporción. Y mucho respeto por la audiencia. Creo que aquí la ecuación tiene algún problema; no siempre somos conscientes de que es la audiencia quién nos contrata, es la audiencia quien libremente elegirá nuestro producto u otro o ninguno.

¿Existe la objetividad frente a la información?
No cien por ciento, pero creo que uno debe tener la meta de la objetividad. Es difícil, pero se debe buscar acercarse lo más posible a ella. No importa lo que a mi me interesa, sino lo que le interesa a la audiencia, esa es mi obligación. La audiencia es inteligente formará su propia opinión si le damos todos los elementos.

¿Cómo puede mejorar la televisión uruguaya?
Apostando a generar productos con calidad de exportación y elevando la mira. No conformándose con lo que tiene. Tenemos que aspirar a más y trabajar para lograrlo. No hay magia, hay trabajo y talento y en el mejor de los casos algo de suerte.

¿Cómo es estar casada con un comunicador? ¿Los temas y los problemas quedan en la puerta o se participan y comparten como colegas?
Pasamos por diferentes etapas. Tenemos tres niños, dos de ellos adolescentes y trabajamos largas horas los dos, por lo tanto no nos sobran los momentos de intercambio. Tenemos muchas inquietudes comunes, nos gusta el teatro, nos gusta el cine, leer. Entonces hay que distribuir los tiempos. Tratamos que los medios en que trabajamos no nos invadan demasiado. Pero es inevitable. Nuestros trabajos son parte de nuestras vidas. Sin embargo tenemos pactado no trabajar en el mismo medio.

¿Cómo conoció a Emiliano Cotelo?
Primero como oyente, me encantaba. Luego le hice una entrevista para el diario La Mañana. Así lo conocí. A los seis meses nos casamos.

DE IDA Y VUELTA

¿Hijos?
Tres: Diego (15), Felipe (13) y Catalina (12)
¿Un programa de televisión?
Friends. Larry King Live, Bien despiertos.
¿Radio o televisión?
Para trabajar, la televisión. La radio es una gran compañía.
¿Un libro?
Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago.
¿Un autor?
Saramago.
¿Una película?
Bleu, blanc, rouge.
¿Un cantante?
Bob Dylan
¿Un periodista?
Larry King. Emiliano Cotelo.
¿Un pintor?
Van Gogh
¿Un poeta?
Edgar Allan Poe y Walt Whitman
¿Un filósofo?
John Rawls y Pablo Da Silveira
¿Un deporte?
Volley ball
¿Un equipo?
Nacional, rumbo a Danubio
¿Un proyecto social?
Soy presidenta de la Fundación Ybyray, cuyo principal cometido es la construcción de un Centro que se dedica a la educación y rehabilitación de niños y jóvenes con parálisis cerebral. Por suerte en marcha y este año con quince alumnos.
¿Un buen año?
El que vivo y el siguiente y el siguiente
¿Un sueño?
Más tiempo para disfrutar las pequeñas cosas.
¿Un defecto?
Ansiedad
¿Una virtud?
Energía
¿El rating?
Un parámetro. Una unidad de medida
¿Una manía?
Escribir todo.
¿Los idiomas?
Una pasión y la mejor herramienta laboral








Comentarios

Unknown ha dicho que…
Tengo el gusto de haber trabajado con Alejandra en el matutino "la Mañana" y "El Diario", como ella siento orgullo de haber trabajado allí como diagramador durante 10 años.
Es tremenda profesional y lo mismo como compañera.
En esa época también el Director era el Dr. Eduardo Heguy Terra, Antonio Ceti el redactor responsable, Juan Cabarro, Horacio Silva y el pelado Amela, que lindos recuerdos....

Hector Gonzalez

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