¿EL PODER DE LA PRENSA?

Dr. Eduardo Heguy Terra

El poder de la prensa, ¿es tal? En la clásica pulseada de los medios con el poder político, ¿no es este ultimo el que gana terreno? Debo confesar que, en lo que concierne a la realidad de nuestro país, donde se ha pretendido calificar a los medios en oficialistas y opositores, tengo serias dudas.

La televisión, cuyo potencial de comunicación es a todas luces enorme, sin duda el mayor de todos los medios de difusión masiva, parece exageradamente volcada a los programas de mero entretenimiento y condicionada, cada vez mas, por las mediciones de audiencia. Lo periodistico, proyectado en entrevistas, debates politicos, informes en profundidad sobre temas de gobierno, programas con la participación de personalidades de distintos sectores y tendencias, en rigor no abundan en la pantalla nacional.

La prensa en general, pero también los medios escritos en particular, cuya indudable influencia en la elaboración de la denominada agenda informativa nadie pone en duda, se ven limitados debido a la atención que deben prestarle a la constante y creciente influencia de la agenda de iniciativa y gestacion gubernamental, transmitida tanto a través de las frecuentes e insoslayables convocatorias a conferencias de prensa en la propia sede del Poder Ejecutivo, como de las sesiones del Consejo de Ministros, las declaraciones de los jerarcas de los servicios involucrados, especialmente de ciertos ministros con larga experiencia y de numerosos legisladores y gobernantes municipales, muchos de ellos habiles declarantes y duchos en captar la atención de los medios.

Algunas formas de relación de los periodistas con los políticos, como la entrevista, han ido desdibujandose, en tanto y cuanto han perdido parte sustancial de sus elementos fundamentales. Tal es el caso de las repreguntas. En efecto, poco queda de este genero tan rico como es la entrevista cuando esta se deforma, pasando del dialogo abierto que debería ser a una suerte de monologo del supuesto entrevistado. Cuando este elige a su antojo y conveniencia los temas sobre los que admite ser preguntado, o desarrolla para su supuesto lucimiento un discurso previamente establecido, sea cual fuere la pregunta formulada, y todo ello sin admitir que el periodista avance en la información o profundice en las respuestas, poco queda de transparencia y eficiencia periodística al servicio del derecho a la información de la ciudadania.

¿Poder de la prensa? ¿Como es posible entonces que un jerarca del gobierno pueda retirarle a un medio de comunicación la pauta publicitaria, en una especie de sanción por sentirse perjudicado por la línea informativa o editorial de ese medio? Lo acaba de hacer el Banco de la Republica con el semanario Búsqueda. ¿Cuantas veces, en el pasado, sin ningún respeto por el “poder de la prensa”, se incurrio en el atropello de utilizar los dineros públicos para premiar a los medios de comunicación amigos y sancionar a aquellos considerados independientes o adversarios? Todos sabemos que fue necesario recurrir a la Justicia y que hubo procesamientos por esta causa. Y, sin embargo, la amenaza y las presiones economicas aun estan presentes.

En este contexto llegamos a las puertas de una trascendente campania electoral, donde es mucho lo que se pone en juego. Por todo ello, así como los candidatos se preparan, para estar a la altura del acontecimiento también deben prepararse los medios de comunicación. En el Partido Nacional es bien sabida la capacidad y la experiencia del doctor Luís Alberto Lacalle y del senador Jorge Larrañaga, por lo que los blancos tendrán una interna muy disputada. En el Frente Amplio, mas allá de que la formula que para muchos asegurara continuar en el poder es la de Astori-Mujica, parece evidente que las presiones del MPP y de otros grupos de izquierda sera muy fuerte, en orden a condicionar su apoyo. En el Partido Colorado, estaran en juego importantes posiciones de control del partido, hoy en manos del Foro Batllista, pero claramente desafiado por el doctor Pedro Bordaberry y por la perentoria necesidad de renovación de la histórica colectividad de cara al futuro.

De manera pues que el periodismo nacional deberá estar en condiciones de realizar coberturas serias, completas, imparciales, responsables y honestas del acontecer político partidario. Y esto requiere de periodistas bien formados, que los hay y muchos, pero también de organización y de medios materiales adecuados y suficientes. Estamos a tiempo de tomar conciencia, prepararnos bien y adoptar los recaudos correspondientes en orden al adecuado cumplimento de la indeclinable función informativa que corresponde a la prensa en la democracia y que nadie, absolutamente nadie, esta en condiciones de reemplazar ni sustituir. Si se la percibe debilita en su determinacion, no faltaran quienes pretendan manipularla y utilizarla para el logro de sus propios fines. En ultima instancia, la cuestión ética del poder de la prensa se resuelve en quien lo ejerce y para que.

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