Los Comunicadores: Jorge Traverso
“EL PERIODISMO Y EL PODER NO CAMINAN POR LA MISMA SENDA”
Entrevistar a Jorge Traverso después de trabajar con él en Subrayado, él como conductor junto a Blanca Rodríguez y yo desde las noticias internacionales, fue reencontrarme con su invariable cordialidad, con su singular calidad como ser humano. Ese es, pienso, además de su condición de comunicador nato, un rasgo característico de quien, desde hace varios lustros y por decisión de la gente, es uno de los referentes periodísticos indiscutidos de la televisión nacional.
La destacada trayectoria profesional de Jorge Traverso (57 años, casado, 4 hijos) se inicia en Canal 5 con la conducción de En Voz Alta, se proyecta en prensa como columnista de El Observador, en radio desde Sarandi, Carve, Nuevo Tiempo y Concierto FM y en televisión, desde 1989 a través de Saeta Tv Canal 10. La experiencia acumulada a lo largo de los años en los medios de comunicación hizo de esta entrevista una oportuna ocasión para enriquecer los conocimientos sobre el ejercicio del periodismo en el Uruguay.
¿Qué diferencias existen entre los medios de comunicación uruguayos y argentinos?
Se están evaporando las diferencias. Los estilos de los medios electrónicos están hoy muy condicionados a la aceptación del público. Es decir, durante mucho tiempo los medios creaban por sí mismos y atraían al público. Hoy ocurre a la inversa, los medios van detrás de éste, van a la búsqueda del público. Se está generando un fenómeno económico donde los medios están quedando atrapados en la búsqueda de lo que la gente se supone que quiere y en la respuesta de números importantes en el rating. Eso hace que los medios estén cada vez más condicionados por el éxito, una palabra que no siempre tiene que ver con la calidad. Nos estamos pareciendo más a los medios argentinos. Espero que no lleguemos a ser iguales. Espero que no lleguemos.
¿Existe el amarillismo en nuestro país?
Sí, existe. Como en todas las manifestaciones de la vida, en el periodismo hay un paisaje variopinto. Se expresa sobre todo en los títulos sensacionalistas sobre informaciones que después no se corresponden con ese titular; en la acusación o el poner ante la opinión pública como sospechosos a personas se muestran como inocentes. Se expresa también, más que nada, en la búsqueda del efecto antes que el público esté bien informado.
¿Qué atributos debe poseer un medio de calidad periodística?
Debe tener conciencia, antes que nada, de que trabaja para la comunidad y que por lo tanto tiene una responsabilidad que involucra el no dañar los cimientos más nobles de esa comunidad. Los medios de comunicación seguramente no tienen obligación de educar a un país, pero tienen la obligación de no deteriorar su buen gusto, sus buenas costumbres, sus sentimientos más nobles hacia el otro.
¿Según su experiencia, el periodismo era mejor antes o es mejor ahora?
No podría decirlo. No tendría manera de hacer comparaciones. Creo que siempre hubo grandes periodistas y gran periodismo y malos periodistas y mal periodismo. La tecnología hoy es un elemento que se ha agregado a la vida del periodista, que también, de alguna forma lo obliga en algunas circunstancias y le quita compromiso en otras.
¿Quién informa mejor, la prensa, la radio o la televisión?
Estar informado es una tarea de mucho trabajo. Es casi lo mismo que intentar ser culto. Una persona culta no solo sabe de libros, sabe de música, sabe de artes plásticas, de teatro, de cine, de los códigos de vida de una sociedad. Entre otras cosas, verdad. Ser informado hoy reclama de la gente, en un mundo tan complejo, mucha atención, mucha lectura, ver televisión y escuchar radio. Estar bien informado es una tarea que casi se convierte en un trabajo. Pero que tiene sus gratificaciones. Entre los tres medios creo que hay como un sistema que se retroalimenta.
¿Qué atributos debe tener un buen periodista?
Primero, los atributos que caracterizan a un buen ciudadano. Después, mucha tenacidad; muchos deseos de estar informado él mismo; y una intención independiente.
¿Qué consejos le daría a un joven que recién se inicia en la profesión?
Antes que nada, que no se desmoralice con las dificultades que tiene para la inserción en el mercado laboral. Que pese a ello, si persiste en su decisión, tarde o temprano tendrá una oportunidad y cuando la tenga, deberá abrazarse a ella con todo.
¿Es posible la objetividad?
La objetividad es algo muy complejo. Yo creo que el valor más importante es el de la independencia. El de que nadie se sienta dueño del periodista. Y que el periodista no sienta que tiene un dueño, más allá de su propia voluntad de hacer su trabajo.
¿Suele practicar la autocrítica?
Sí, mucho. Básicamente intento descubrir mis potencialidades y mis debilidades. Eso es algo que lo tenemos que hacer. Y, a partir de esa autocrítica, trato de ser mejor. Siempre hay tiempo para ser mejor.
¿A qué le teme en la vida?
En la vida, como padre, uno quiere ahorrarles dolor a los hijos. Por lo tanto el primer temor sería el dolor de los hijos. Lo segundo, no poder concretar aquellas cosas que me he propuesto y que me gustaría hacer. Todo lo que tiene que ver con lo personal: conocer lo que desconozco, leer lo que no he leído, viajar hacia donde no he ido. Es una utopía, porque no hay tiempo para los seres humanos. La vida es muy breve para que podamos hacer todas las cosas que soñamos. Pero, de cualquier manera, es un objetivo necesario en la vida de las personas, tener proyectos y querer hacer cosas.
¿Y como periodista?
No. Como periodista he perdido el temor. Cuando empecé sentía temor a no tener oportunidades; temor a perder el trabajo. Porque yo había dedicado mi vida al periodismo y, por lo tanto, si perdía el trabajo significaba que perdía el sustento para toda mi familia.
Hoy, no tengo ese temor.
¿Los medios de comunicación, deben estar al servicio de determinados valores?
Creo que sí. Creo que todas las actividades del hombre deben estarlo; es más, solo están justificadas si están al servicio de determinados valores. El periodismo debe estar sujeto a valores como la libertad, la independencia, y también fomentar aquellos mecanismos que de alguna forma contribuyen a una sociedad mejor. Esto no quiere decir que el periodismo deba hacer sociedades mejores. Pero no debe prescindir de pensar que también puede contribuir en ello.
¿Usted cree que hay una responsabilidad social de los medios de comunicación?
Claro, por supuesto que la hay. Es clarísimo. Una responsabilidad social que en todo el mundo los medios están asumiendo. Y también los periodistas la tienen. El periodista que miente, el que se mueve por intereses personales, el que se favorece de su actividad, de alguna forma esta dañando un cimiento tan importante como lo es la información.
¿Existe auto censura en nuestro país?
Creo que todos tenemos autocensura, pero personal. Todas las empresas periodísticas en el mundo tienen un código de trabajo. Por eso en el New York Times nadie salió con un editorial que dijera que el comunismo o el marxismo es una filosofía positiva para el mundo. Todas tienen un código de trabajo y es probable que muchas veces nos debamos amoldar a un código. Pero creo que en esos casos la palabra censura sería excesiva.
La televisión, que en gran medida es imagen y entretenimiento ¿informa bien o es involuntariamente superficial?
Los informativos de televisión son nada más y nada menos que un recorrido por algunos hechos que han pasado en todo el DIA. Muchas veces la cobertura de esos hechos o episodios no excede los 40 o 50 segundos. Son como un anunciador, como un punto de advertencia, como una luz amarilla que le dice a la gente las cosas que han sucedido ahora. Pero para profundizar sobre ello los informativos no bastan. Sería muy difícil en un informativo explicar, por ejemplo, la reforma tributaria o la reforma de la salud; solamente pueden darse algunos hechos o algunos aspectos. Ahí el ciudadano debe asumir su compromiso de estar informado y entonces debe, a través de la lectura o de observar reportajes o escuchar entrevistas, tratar de complementar esa información.
La radio, que por lo general informa antes ¿informa bien?
La radio tiene la inmediatez y muchas veces obtiene, a partir de ella y de la calidad de su conductor y sus periodistas, trazar líneas informativas que luego transitan hacia los otros medios.
Desde el punto de vista del análisis, la interpretación y la contextualizacion de la noticia suele decirse que la prensa lo hace mejor que los medios audiovisuales, ¿usted está de acuerdo con esta afirmación?
El periodismo escrito es el que más lo hace. En los últimos tiempos, ha incorporado con mucha potencia, las columnas de opinión y ese es un factor diferencial muy importante, que permite al lector ir más allá del episodio y entrar en el análisis de lo que sucedió. La radio está cultivando bastante esto a través de las mesas redondas, las tertulias, los encuentros entre colegas, también están tratando de focalizar un cierto tipo de opinión para contribuir a que la gente tenga más herramientas para poder descifrar la realidad.
¿Qué vale más, la forma o el contenido?
Las dos cosas son vitales. El estilo de decir o dar una noticia es muy importante.
¿Cómo debe ser la relación entre el periodismo y el poder?
En general es una relación hecha de roces, malentendidos, quejas y hasta acusaciones. Y esto no va a cambiar, porque el periodismo y el poder no caminan por la misma senda. Caminan por sendas distintas y creo que eso es lo aconsejable.
¿Puede un periodista explicitar su filiación política o debería abstenerse en ese sentido?
En el mundo ha sido muy común que los periodistas manifestaran sus preferencias. Ben Bradley, por ejemplo, que era el director del Washington Post durante el Watergate (que comprometió al gobierno de Richard Nixon) fue hasta asesor de John Kennedy y sin embargo luego paso al Washington Post y no tuvo ningún inconveniente ni con sus colegas ni con el público lector. En el Uruguay es muy difícil. En el Uruguay el hecho de dar una pista de cual es el sentimiento político resulta más complejo, más difícil de ser asimilado por el público. De mas está decir que los sentimientos políticos ahora son más transitorios que en el pasado, porque hay gente que se siente más independiente, por tanto hoy puede votar una cosa y mañana otra. Pero de cualquier manera suele ser muy arriesgado exponer el pensamiento propio. Aunque vivimos en un país tan pequeño, donde casi todos sabemos casi todo de los demás.
La mayoría de los periodistas uruguayos son autodidactas, ¿Qué opinión le merece la enseñanza de la comunicación en la Universidad? ¿Los egresados logran una rápida o fluida inserción laboral?
Yo creo que es un factor muy importante. Actualmente no sé si la mayoría son autodidactas; se ha incorporado mucha gente de las universidades. La sistematización en el aprendizaje de un oficio o una profesión es muy importante. Creo que los egresados, a través del tiempo van a lograr la inserción laboral. Hoy, en el periodismo escrito se pueden ver algunos nombres destacados que provienen de las universidades.
¿Los medios uruguayos pueden mejorar?
Sí, claro. Todos los medios deben mejorar. Y los uruguayos por supuesto. Existen muchos defectos en los medios de nuestro país. Pero también tenemos que admitir que la mayoría de nuestros medios actúan con presupuestos económicos sumamente modestos con relación a otros medios en el mundo. Tenemos un mercado muy pequeño en relación a otros mercados del mundo: y si tomamos en cuenta ese factor, esa precariedad económica frente a la opulencia de otros países, descubriríamos que de pronto deberíamos ser mejores, pero que no somos tan malos como a veces pensamos. Los medios pueden mejorar, pero no pueden mejorar solos. Pueden mejorar con el público, si el público tiene un gusto más afinado de las cosas, si reclama productos más exigentes. El público es un factor realmente importante en lo que los medios de comunicación pueden hacer.
De ida y vuelta
¿Un buen año?
Espero que este.
¿Un programa de radio?
Tiempo presente.
¿Tomándole el pulso a la república?
Un recuerdo de mi padre escuchando la radio en la noche.
¿Neber Araujo?
Un profesional importante.
¿Blanca Rodríguez?
Una excelente comunicadora.
¿Un programa de televisión?
Hablemos.
¿Un personaje que hayas entrevistado?Tengo un gran recuerdo de Marcel Marceau.
¿Su mejor entrevista?La que está por hacerse.
¿Subrayado o Hablemos?
Los dos ciclos forman parte de mi vida. Me gusta informar a la gente, pero siento gran placer en entrevistar a las personas y descubrirlas.
¿Radio o televisión?
Son dos medios absolutamente diferentes. Es difícil elegir una.
¿Un libro?
El Quijote de la Mancha.
¿Un autor?
Varios: Cervantes, Borges, Horacio Quiroga.
¿Un periodista?
Jon Lee Anderson. Tomas Eloy Martínez. No me gusta opinar sobre mis colegas uruguayos.
¿Un deporte?
Fútbol, tenis, boxeo.
¿Un equipo?
Nacional.
¿Un color?
El azul.
¿Música?
Desde la clásica a la popular. Especialmente la música de los setenta.
Entrevistar a Jorge Traverso después de trabajar con él en Subrayado, él como conductor junto a Blanca Rodríguez y yo desde las noticias internacionales, fue reencontrarme con su invariable cordialidad, con su singular calidad como ser humano. Ese es, pienso, además de su condición de comunicador nato, un rasgo característico de quien, desde hace varios lustros y por decisión de la gente, es uno de los referentes periodísticos indiscutidos de la televisión nacional.
La destacada trayectoria profesional de Jorge Traverso (57 años, casado, 4 hijos) se inicia en Canal 5 con la conducción de En Voz Alta, se proyecta en prensa como columnista de El Observador, en radio desde Sarandi, Carve, Nuevo Tiempo y Concierto FM y en televisión, desde 1989 a través de Saeta Tv Canal 10. La experiencia acumulada a lo largo de los años en los medios de comunicación hizo de esta entrevista una oportuna ocasión para enriquecer los conocimientos sobre el ejercicio del periodismo en el Uruguay.
¿Qué diferencias existen entre los medios de comunicación uruguayos y argentinos?
Se están evaporando las diferencias. Los estilos de los medios electrónicos están hoy muy condicionados a la aceptación del público. Es decir, durante mucho tiempo los medios creaban por sí mismos y atraían al público. Hoy ocurre a la inversa, los medios van detrás de éste, van a la búsqueda del público. Se está generando un fenómeno económico donde los medios están quedando atrapados en la búsqueda de lo que la gente se supone que quiere y en la respuesta de números importantes en el rating. Eso hace que los medios estén cada vez más condicionados por el éxito, una palabra que no siempre tiene que ver con la calidad. Nos estamos pareciendo más a los medios argentinos. Espero que no lleguemos a ser iguales. Espero que no lleguemos.
¿Existe el amarillismo en nuestro país?
Sí, existe. Como en todas las manifestaciones de la vida, en el periodismo hay un paisaje variopinto. Se expresa sobre todo en los títulos sensacionalistas sobre informaciones que después no se corresponden con ese titular; en la acusación o el poner ante la opinión pública como sospechosos a personas se muestran como inocentes. Se expresa también, más que nada, en la búsqueda del efecto antes que el público esté bien informado.
¿Qué atributos debe poseer un medio de calidad periodística?
Debe tener conciencia, antes que nada, de que trabaja para la comunidad y que por lo tanto tiene una responsabilidad que involucra el no dañar los cimientos más nobles de esa comunidad. Los medios de comunicación seguramente no tienen obligación de educar a un país, pero tienen la obligación de no deteriorar su buen gusto, sus buenas costumbres, sus sentimientos más nobles hacia el otro.
¿Según su experiencia, el periodismo era mejor antes o es mejor ahora?
No podría decirlo. No tendría manera de hacer comparaciones. Creo que siempre hubo grandes periodistas y gran periodismo y malos periodistas y mal periodismo. La tecnología hoy es un elemento que se ha agregado a la vida del periodista, que también, de alguna forma lo obliga en algunas circunstancias y le quita compromiso en otras.
¿Quién informa mejor, la prensa, la radio o la televisión?
Estar informado es una tarea de mucho trabajo. Es casi lo mismo que intentar ser culto. Una persona culta no solo sabe de libros, sabe de música, sabe de artes plásticas, de teatro, de cine, de los códigos de vida de una sociedad. Entre otras cosas, verdad. Ser informado hoy reclama de la gente, en un mundo tan complejo, mucha atención, mucha lectura, ver televisión y escuchar radio. Estar bien informado es una tarea que casi se convierte en un trabajo. Pero que tiene sus gratificaciones. Entre los tres medios creo que hay como un sistema que se retroalimenta.
¿Qué atributos debe tener un buen periodista?
Primero, los atributos que caracterizan a un buen ciudadano. Después, mucha tenacidad; muchos deseos de estar informado él mismo; y una intención independiente.
¿Qué consejos le daría a un joven que recién se inicia en la profesión?
Antes que nada, que no se desmoralice con las dificultades que tiene para la inserción en el mercado laboral. Que pese a ello, si persiste en su decisión, tarde o temprano tendrá una oportunidad y cuando la tenga, deberá abrazarse a ella con todo.
¿Es posible la objetividad?
La objetividad es algo muy complejo. Yo creo que el valor más importante es el de la independencia. El de que nadie se sienta dueño del periodista. Y que el periodista no sienta que tiene un dueño, más allá de su propia voluntad de hacer su trabajo.
¿Suele practicar la autocrítica?
Sí, mucho. Básicamente intento descubrir mis potencialidades y mis debilidades. Eso es algo que lo tenemos que hacer. Y, a partir de esa autocrítica, trato de ser mejor. Siempre hay tiempo para ser mejor.
¿A qué le teme en la vida?
En la vida, como padre, uno quiere ahorrarles dolor a los hijos. Por lo tanto el primer temor sería el dolor de los hijos. Lo segundo, no poder concretar aquellas cosas que me he propuesto y que me gustaría hacer. Todo lo que tiene que ver con lo personal: conocer lo que desconozco, leer lo que no he leído, viajar hacia donde no he ido. Es una utopía, porque no hay tiempo para los seres humanos. La vida es muy breve para que podamos hacer todas las cosas que soñamos. Pero, de cualquier manera, es un objetivo necesario en la vida de las personas, tener proyectos y querer hacer cosas.
¿Y como periodista?
No. Como periodista he perdido el temor. Cuando empecé sentía temor a no tener oportunidades; temor a perder el trabajo. Porque yo había dedicado mi vida al periodismo y, por lo tanto, si perdía el trabajo significaba que perdía el sustento para toda mi familia.
Hoy, no tengo ese temor.
¿Los medios de comunicación, deben estar al servicio de determinados valores?
Creo que sí. Creo que todas las actividades del hombre deben estarlo; es más, solo están justificadas si están al servicio de determinados valores. El periodismo debe estar sujeto a valores como la libertad, la independencia, y también fomentar aquellos mecanismos que de alguna forma contribuyen a una sociedad mejor. Esto no quiere decir que el periodismo deba hacer sociedades mejores. Pero no debe prescindir de pensar que también puede contribuir en ello.
¿Usted cree que hay una responsabilidad social de los medios de comunicación?
Claro, por supuesto que la hay. Es clarísimo. Una responsabilidad social que en todo el mundo los medios están asumiendo. Y también los periodistas la tienen. El periodista que miente, el que se mueve por intereses personales, el que se favorece de su actividad, de alguna forma esta dañando un cimiento tan importante como lo es la información.
¿Existe auto censura en nuestro país?
Creo que todos tenemos autocensura, pero personal. Todas las empresas periodísticas en el mundo tienen un código de trabajo. Por eso en el New York Times nadie salió con un editorial que dijera que el comunismo o el marxismo es una filosofía positiva para el mundo. Todas tienen un código de trabajo y es probable que muchas veces nos debamos amoldar a un código. Pero creo que en esos casos la palabra censura sería excesiva.
La televisión, que en gran medida es imagen y entretenimiento ¿informa bien o es involuntariamente superficial?
Los informativos de televisión son nada más y nada menos que un recorrido por algunos hechos que han pasado en todo el DIA. Muchas veces la cobertura de esos hechos o episodios no excede los 40 o 50 segundos. Son como un anunciador, como un punto de advertencia, como una luz amarilla que le dice a la gente las cosas que han sucedido ahora. Pero para profundizar sobre ello los informativos no bastan. Sería muy difícil en un informativo explicar, por ejemplo, la reforma tributaria o la reforma de la salud; solamente pueden darse algunos hechos o algunos aspectos. Ahí el ciudadano debe asumir su compromiso de estar informado y entonces debe, a través de la lectura o de observar reportajes o escuchar entrevistas, tratar de complementar esa información.
La radio, que por lo general informa antes ¿informa bien?
La radio tiene la inmediatez y muchas veces obtiene, a partir de ella y de la calidad de su conductor y sus periodistas, trazar líneas informativas que luego transitan hacia los otros medios.
Desde el punto de vista del análisis, la interpretación y la contextualizacion de la noticia suele decirse que la prensa lo hace mejor que los medios audiovisuales, ¿usted está de acuerdo con esta afirmación?
El periodismo escrito es el que más lo hace. En los últimos tiempos, ha incorporado con mucha potencia, las columnas de opinión y ese es un factor diferencial muy importante, que permite al lector ir más allá del episodio y entrar en el análisis de lo que sucedió. La radio está cultivando bastante esto a través de las mesas redondas, las tertulias, los encuentros entre colegas, también están tratando de focalizar un cierto tipo de opinión para contribuir a que la gente tenga más herramientas para poder descifrar la realidad.
¿Qué vale más, la forma o el contenido?
Las dos cosas son vitales. El estilo de decir o dar una noticia es muy importante.
¿Cómo debe ser la relación entre el periodismo y el poder?
En general es una relación hecha de roces, malentendidos, quejas y hasta acusaciones. Y esto no va a cambiar, porque el periodismo y el poder no caminan por la misma senda. Caminan por sendas distintas y creo que eso es lo aconsejable.
¿Puede un periodista explicitar su filiación política o debería abstenerse en ese sentido?
En el mundo ha sido muy común que los periodistas manifestaran sus preferencias. Ben Bradley, por ejemplo, que era el director del Washington Post durante el Watergate (que comprometió al gobierno de Richard Nixon) fue hasta asesor de John Kennedy y sin embargo luego paso al Washington Post y no tuvo ningún inconveniente ni con sus colegas ni con el público lector. En el Uruguay es muy difícil. En el Uruguay el hecho de dar una pista de cual es el sentimiento político resulta más complejo, más difícil de ser asimilado por el público. De mas está decir que los sentimientos políticos ahora son más transitorios que en el pasado, porque hay gente que se siente más independiente, por tanto hoy puede votar una cosa y mañana otra. Pero de cualquier manera suele ser muy arriesgado exponer el pensamiento propio. Aunque vivimos en un país tan pequeño, donde casi todos sabemos casi todo de los demás.
La mayoría de los periodistas uruguayos son autodidactas, ¿Qué opinión le merece la enseñanza de la comunicación en la Universidad? ¿Los egresados logran una rápida o fluida inserción laboral?
Yo creo que es un factor muy importante. Actualmente no sé si la mayoría son autodidactas; se ha incorporado mucha gente de las universidades. La sistematización en el aprendizaje de un oficio o una profesión es muy importante. Creo que los egresados, a través del tiempo van a lograr la inserción laboral. Hoy, en el periodismo escrito se pueden ver algunos nombres destacados que provienen de las universidades.
¿Los medios uruguayos pueden mejorar?
Sí, claro. Todos los medios deben mejorar. Y los uruguayos por supuesto. Existen muchos defectos en los medios de nuestro país. Pero también tenemos que admitir que la mayoría de nuestros medios actúan con presupuestos económicos sumamente modestos con relación a otros medios en el mundo. Tenemos un mercado muy pequeño en relación a otros mercados del mundo: y si tomamos en cuenta ese factor, esa precariedad económica frente a la opulencia de otros países, descubriríamos que de pronto deberíamos ser mejores, pero que no somos tan malos como a veces pensamos. Los medios pueden mejorar, pero no pueden mejorar solos. Pueden mejorar con el público, si el público tiene un gusto más afinado de las cosas, si reclama productos más exigentes. El público es un factor realmente importante en lo que los medios de comunicación pueden hacer.
De ida y vuelta
¿Un buen año?
Espero que este.
¿Un programa de radio?
Tiempo presente.
¿Tomándole el pulso a la república?
Un recuerdo de mi padre escuchando la radio en la noche.
¿Neber Araujo?
Un profesional importante.
¿Blanca Rodríguez?
Una excelente comunicadora.
¿Un programa de televisión?
Hablemos.
¿Un personaje que hayas entrevistado?Tengo un gran recuerdo de Marcel Marceau.
¿Su mejor entrevista?La que está por hacerse.
¿Subrayado o Hablemos?
Los dos ciclos forman parte de mi vida. Me gusta informar a la gente, pero siento gran placer en entrevistar a las personas y descubrirlas.
¿Radio o televisión?
Son dos medios absolutamente diferentes. Es difícil elegir una.
¿Un libro?
El Quijote de la Mancha.
¿Un autor?
Varios: Cervantes, Borges, Horacio Quiroga.
¿Un periodista?
Jon Lee Anderson. Tomas Eloy Martínez. No me gusta opinar sobre mis colegas uruguayos.
¿Un deporte?
Fútbol, tenis, boxeo.
¿Un equipo?
Nacional.
¿Un color?
El azul.
¿Música?
Desde la clásica a la popular. Especialmente la música de los setenta.
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