WARREN BUFFET Y EL FUTURO DE LA PRENSA
Dr. EDUARDO HEGUY TERRA
Warren Buffet es todo un personaje. Nacido
en Omaha, Nebraska, este inversionista, empresario y filántropo de 82 años,
protagonizó en los últimos meses la noticia de mayor impacto en lo que refiere
a los medios de comunicación escritos de los Estados Unidos. En efecto, Buffet,
con una fortuna que se estima por Forbes en una cifra superior a los 52 mil
millones de dólares, lo que lo convierte en el tercer hombre más rico del
mundo, después de Carlos Slim y Bill Gates, adquirió 63 periódicos locales y regionales en el sur
de los EEUU. Esto resultó asombroso, pues estamos en plena época de predominio
de los medios audiovisuales. No obstante, superada la sorpresa y tratándose de
un inversor de enorme prestigio, también conocido como “el oráculo de Omaha” por sus reiterados
aciertos, muchos optaron por profundizar sus análisis y tal vez rever conceptos respecto al futuro de
la prensa. Porque resulta muy claro que un empresario de esas características,
apegado al “investment value”, atento a balances y fundamentos sólidos y
partidario del largo plazo, no invierte 142 millones de dólares en 63
periódicos sin estudios profundos, a la ligera.
Por todo eso es del mayor interés conocer las
razones que llevaron al principal accionista y CEO de Berkshire Hathaway,- su buque insignia-, y también uno
de los principales accionistas de The Washington Post, a tomar esa
determinación, reafirmada semanas después con una nueva adquisición, esta vez el
Eagle de Texas. Tal parece que los medios que muchos daban por muertos,
resucitan de la mano de Buffet, quien no compra empresas para perder. Este
señor, que también es dueño del Buffalo News, diario que tiene una penetración
del 70%, la segunda mayor de los EEUU, sabe de publicaciones exitosas. ¿Será
que quienes han pronosticado la inminente defunción del periodismo escrito se
han equivocado?
Ha dicho Warren Buffet que “En pueblos y
ciudades donde hay un fuerte sentimiento de pertenencia a la comunidad, no hay
una institución mas importante que el periódico local.” Nada menos. Por eso
invierte cientos de millones de dólares.
Y agrega “Creo que hay un futuro para ellos, aunque los beneficios que
se obtienen no tienen nada que ver con los viejos tiempos.” Tenemos pues varias
indicaciones de la estrategia de medios de Buffet. Repasemos sus argumentos. En
primer lugar, debe tratarse de pueblos y ciudades medianas y pequeñas asentadas
de largo tiempo atrás, en las que exista un fuerte sentimiento de pertenencia a
la comunidad, lo cual no es demasiado común. Es el caso, por ejemplo, del
Eagle, que tiene 123 años y un tiraje de 20 mil ejemplares. Luego, obviamente,
el periódico de que se trate debe reflejar ese sentimiento de pertenencia, pues
solo así concitará la adhesión de los lectores. En tercer lugar, tener la firme
convicción de que hay un buen futuro para ellos. Y, en cuarto, no pretender
beneficios tan altos como los de antes, digamos como en la época previa al auge
de los medios audiovisuales, la era satelital e internet. Los tiempos han
cambiado y de ello sabe mucho este magnate de los medios, pues se inició en los
viejos tiempos, como repartidor de diarios. Por último, Buffet afirma que si bien es preciso
reconocer que “los tiempos son ahora mucho más difíciles que antes para los
periódicos, aquellos que atiendan intensamente a sus comunidades, tendrán un
buen futuro.”
Así pues que, para que los periódicos
logren el éxito es necesario atender a
la comunidad a la que pertenecen, – y las características especiales de cada sociedad
requerirán una particular sensibilidad periodística y una forma de comunicación
especial- , sino que además deben atenderlas “intensamente”. Con todo y en
todo. Esa debe ser la principal tarea y responsabilidad
de los propietarios y ejecutivos, de los equipos de dirección de cada periódico
y del conjunto de sus editores y periodistas, pues todos ellos están convocados
a construir, mantener y enriquecer la identidad y la personalidad de cada
diario y de cada semanario. Deben representarlos fielmente, lealmente, en intensa
y cabal sintonía con ese “sentimiento de pertenencia” en cada comunidad.
De esta forma, con esas premisas y decenas
de adquisiciones, Warren Buffet, con fama de atenerse a estrategias consideradas
conservadoras, procura generar un gran
mercado de periódicos comunitarios. Salvando las distancias, resulta
interesante para nosotros analizar los conceptos aquí expuestos en orden a
evaluar si ellos son o no aplicables, al menos en parte, a nuestras realidades.
Unas realidades condicionadas por la pérdida de lectores, la fuerte
competencia, el factor publicitario volcado a lo audiovisual y las oscilantes tasas
de penetración de las ediciones nacionales. En cualquier caso, no nos cabe duda
que las fuertes inversiones realizadas por el mega empresario norteamericano en
la prensa de su país constituyen un positivo y alentador mensaje de cara al presente
y al futuro del periodismo escrito, a la vez que una reafirmación del rol social
positivo que la prensa, a través de la información completa y veraz y a la
opinión independiente, desempeñó, desempeña y debe seguir desempeñando en las
sociedades democráticas modernas.
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